EL EVANGELIO, según….EL PADRE BÁEZ

lunes, 30 de noviembre de 2015

Al miedoambiente tabaibero:

“la cabra, es la cabra”...

... supongamos que, por la presión y ante las dificultades que el cabildo pone a los pobres y desgraciados pastores -los pocos que nos van quedando (y sin repuesto)- le dan por soltar el ganado, al no poder alimentarlo con piensos, millo y alfalfa comprada a españa, a europa, a américa..., ante la prohibición de pastorear para que los animalitos de Dios se alimenten de la mejor hierba del mundo en la que andamos ahogados por tanto verde, y al no poder hacer frente a los gastos de comprar contenedores de comida para sus cabezas, y al no poder pagar los miles y miles de euros por las multas que fijo les ponen (hasta por matar un cordero o baifo para comérselo), digo, decidieran soltar el ganado y que se las apañen como puedan y quedar libres de tantas trabas, presiones, normativa, y dificultades como visitas de veterinarios, seprona y miedoambiente (¡el cabildo en pleno!), contra ellos, inocentes de todo y por todo culpables, ¡sueltan y se liberan de sus queridas y amadas cabras (y ovejas)! Pues sucedería lo siguiente: que como, y toda vez “la cabra, es la cabra”, las cabras sueltas por aquello que siempre tiran hacia el risco o al monte, que es su hábitat natural, nuestras cumbres y lugares altos de la isla quedarían cubiertos de cabras..., entonces: ¿Qué sucedería?, ¿mandaría el cabildo traer francotiradores de españa para eliminarlas a todas-todas? ¿No desaparecería la cabra mejor del mundo, y media Historia de nuestro pasado? ¿Cabe otra posibilidad distinta que la cabra no tire a los montes, por propio instinto y naturaleza? ¿Acaso acabarían las cabras con la flora (plantas, árboles, arbustos y vegetales), los mismos que han llegado al presente a pesar de ellas, cuando nunca antes las cabras estaban controladas y encerradas en explotaciones o corrales y cuevas? Les pongo este correo y su comentario, para brindarles la oportunidad de pensar un poco, sobre si la solución es o sería matarlas a todas, sin darse cuenta que la flora va a seguir a pesar de ellas y gracias a ellas, porque las cabras -sabido es- no comen: eucaliptos, pinos, acebuches, palmeras, cipreses, viñátigos, acebiños, retamas, tabaibas, balos, etc., etc., con lo que, si las cabras todas -¡y más!- no iban a acabar con la flora endémica, autóctona ni ninguna otra, porque las cabras si algo hacen, han hecho y harán es reforestar y mantener -sabia la naturaleza (¡la Providencia!)- aquello de lo que se alimentan, que convertido en cagarrutas depositan en estiércol -abono- la semilla de lo que previamente se han comido y aseguran la supervivencia de las plantas digeridas, como las propias vidas de ellas...

El Padre Báez, que reta a quien pueda refutar o llevarme la contraria en algo de esto, salvo sea un fantasma adulador del y de medioambiente (o ignorante del mundo rural, del cual procedo).

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Les paso, uno entre miles en un par de días:

Padre Báez, me envenena leer lo que escribe, y digo me envenena porque tiene una gran razón con lo que está diciendo. ¡Puto Gobierno que tenemos!, un gobierno mafioso, con ladrones de guantes blancos. Digo “gobierno” porque el cabildo  forma parte del gobierno, ya que ésta es la institución más alta que tiene un país,  y todo va a parar a él. Impotencia de no poder hacer nada y de que uno no se entere de nada de lo que pasa aquí porque al Gobierno no le interesa decir nada.....
¡Qué asco les tengo!

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